Personajes de la obra.

Celestina: personaje mas complejo de la obra, es pintoresco y vívido, avara, vital y alcahueta. Conoce muy bien al resto de los personajes. Sus móviles son la codicia, el apetito sexual y amor al poder psicológico. Se siente comprometida a propagar y facilitar el goce sexual. En cuanto a la magia, ver el apartado de los temas. Celestina ronda los 70 años, debido a su edad a acumulado experiencia, por lo tanto es muy astuta y manipula a cuanta persona la rodee.

Calisto: es un joven de la alta sociedad a quien solamente le preocupa satisfacer sus deseos, atropellando a quien sea para conseguirlo. En este personaje no se observan verdaderas crisis, es una persona realmente egoísta y cínica. Está cargado de literatura, más voluntariamente artificioso. Encarna el 'loco amor', del que es víctima: figura trágica y antiheroica. Se comporta como un enamorado cegado por la pasión, de ahí que no regatee esfuerzos en busca de su objetivo: la conquista de Melibea.

Melibea: también de una buena familia es una mujer que pasa de la resistencia a la absoluta entrega a Calisto sin apenas tránsito de duda; se siente esclava de una hipocresía que se le ha inculcado desde pequeña en su casa. En la obra se intenta hacerla víctima de una pasión cegadora inculcada por el hechizo de Celestina. 

Pármeno: es el personaje más trágico de la obra, porque es corrompido por todos los demás personajes. Al ser hijo de Claudina, maestra y antaño compañera de Celestina, intenta advertir a su señor de los peligros que le pueden venir; pero es humillado por éste. Su lealtad termina de derrumbarse al ser seducido por una de las pupilas de Celestina. Antes de desepcionarse de la ingratitud de Calisto, había sido un criado fiel y atento al bien de su amo, pero luego de tal suceso se dejo seducir por el dinero.

Sempronio: avaricioso, mezquino y materialista, es incapaz de ser noble. Mantiene una relación con una de las prostitutas de Celestina, que a su vez le engaña, y es el dueño de la idea de aprovecharse de Calisto para poder mantener su pasión a costa de la de su señor. 

Elicia y Areusa: son prostitutas y protegidas de Celestina, sobresale su envidia, resentimiento e instinto vengativo contra los ricos, odian en el fondo a los hombres; son rencorosas. Elicia sólo busca el placer con despreocupación de lo que pasa a su alrededor y de lo que no sea placentero; no le preocupa ni su pasado ni su futuro. Sólo la muerte de Celestina la hace volver a la realidad. Areúsa presenta una conciencia de sí misma más acusada.